06/11/2019 15:30:30
"Casa Jové, valores y personas" así definía la empresa el director general, Xesco Canyelles pasado sábado en la Gala Anual que conmemorar los 145 años de historia de esta empresa familiar. Casa Jové es líder en el sector del mantenimiento y la reparación de sistemas de calefacción y aire acondicionado. La velada reunió a más de 150 personas entre trabajadores, colaboradores y partners en el hotel Miramar de Barcelona. Casa Jové tiene su sede central en Barcelona y delegaciones en Guardiola de Berguedà y Vic.
Durante el acto se entregaron los cuartos Premios Jové, un reconocimiento a los esfuerzos para construir una sociedad mejor y también una reivindicación del buen trabajo que se hace en el sector. El premio en la vertiente Social fue por las becas U-BAC que entrega Barcelona Actúa. El galardón lo recogieron Laia Serrano y Luis Bonell. Serrano remarcó que las becas "permiten el acceso a la universidad de alumnos procedentes de institutos de alta complejidad". Más allá de la vertiente económica, se hace un acompañamiento de los alumnos y subrayó que se trata de un proyecto que "ayuda a potenciar el ascensor social".
El premio en la categoría Sectorial fue por la empresa Par Software, partner de Casa Jové desde hace diez años y proveedor de un sistema de gestión específico del sector. El galardón lo recogieron Luis Sánchez y Albert Kreutzer. Sánchez destacó que el premio "representa un reconocimiento a nuestro trabajo y nos podemos considerar miembros de su equipo".
A la gala asistió el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Canadell, que alabó los valores de Casa Jové y "el espíritu de atención al cliente" de la empresa familiar. Remarcó que las empresas familiares suponen un 65% del PIB catalán e hizo paralelismos con la historia de la Cámara y la de Casa Jové, ambas con muchos años de historia detrás. Casa Jové se fundó en 1874 y la Cámara ya existía en 1886.
El director general de Casa Jové, Xesco Canyelles, hizo un inciso especial en los valores de la empresa. Unos valores que se han consolidado a lo largo de 145 años de historia "y todos somos responsables". En un momento de gran transformación cultural "las empresas no existen", dijo, "sino que están las personas que trabajan por un objetivo común". Lejos de aquella idea de que los directivos deben motivar, Canyelles se mostró convencido de que "la motivación es un estado íntimo, y lo que tenemos que hacer los directivos es no desmotivar". Aseguró que el servicio al cliente es el pilar más importante de la empresa y el personal es "el activo más importante; el alma y la estructura de Casa Jové ". Durante el acto se dio la bienvenida a las cerca de veinte personas que se han incorporado este 2019 en la empresa.